Realmente tenemos prácticamente todo, pero siempre está ahí esa sensación de me falta esto o lo otro y nunca termino de estar tranquila del todo. Organizando la boda me he dado cuenta de que tenía una perfeccionista extrema en mi interior y que no ha salido hasta hoy de su escondite. Y es una putada, por no decir una graaaan putada, porque lo quiero todo perfecto no, lo siguiente y paso pena por cada detalle. Envidio a esas novias que dejan gran parte de su día a la improvisación, ojalá pudiera ser así, me ahorraría más de un dolor de cabeza...pero me ha tocado ser la controladora y perfeccionista novia.
Lo bueno es que a llegado el momento en que Toni se ha empezado a poner un poco nervioso y eso ayuda porque también está al loro de todo para que las cosas salgan bien. Yo creo que los chicos lo ven de otra manera y por eso, se "implican" por así decirlo, un poco menos, porque (la gran mayoría) lo dejan casi todo en nuestras manos porque confían totalmente en nosotras. Pero ahora que ya ve que no queda nada creo que a veces se estresa incluso más que yo. (Sólo os digo que ya ha empezado a soñar con la boda, jaja eso es una señal clara de implicación).
Pero mi máximo miedo ahora mismo, a parte de la boda, es la despedida de soltera...No me fio ni un pelo de mis "queridas" amigas. Yo les digo que me manden pistas o me den alguna señal pero ellas siguen en sus trece y me tienen todo el día en tensión. Sólo os digo que ayer ya me fui a buscar la maleta de viaje que tenía en casa de mis padres por si se les ocurre raptarme y sacarme de casa, jaja y creo que esta noche empezaré a rellenarla con cuatro cosas indispensables porque si mi maleta depende de ellas o de Toni voy apañada. Así que desde aquí os digo que no seáis perras y que os portéis bien conmigo, sino como seréis las siguientes, me vengaré lentamente de cada una de vosotras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario