Novia mojada, novia afortunada

Martes, 3 de febrero. Son casi las 10 de la mañana y estoy en el sofá con un café calentito delante, viendo/escuchando la serie Gossip Girl de fondo y poniéndome manos a la obra con este nuevo post. Porque hoy hay algo que me inquieta, la lluvia. Desde que me he despertado llueve a raudales y hace un viento de locos. Es invierno, pensaréis...Sí, pero a mi esta lluvia me traslada mucho más lejos. Me traslada a dentro de 206 días en adelante, al día de nuestra boda. 

Porque sí, lo admito, me aterra la idea de que llueva, supongo que como a cualquier novia. Y sobretodo, me aterra con más fuerza desde el viernes, ¿La razón? Una llamada de mi madre diciéndome que en un funeral habló con una mujer que "justo" tiene una casa al lado de la finca de nuestra boda y la muy "simpática" de la señora le dijo que la última semana de agosto allí llovía cada año durante tres días sin parar. ¡Y a mi madre le da por contarme esto a las 11 de la noche! ¡Menuda gracia! Ya os imagináis como me quedé. No estaba en casa cuando me lo dijo, pero cuando llegué lo primero que hice fue coger el ordenador y empezar a buscar el tiempo que hizo en esas fechas en 2014, ver informativos del año pasado y de toooodo! (los ojos se me salían de las órbitas, la cara de Toni era un poema porque no entendía nada y alucinaba). Y todo con tal de ver si lo que la mujer dijo era verdad. Vamos! Que me obsesioné muchísimo!!!!! Y os juro que fui incapaz de dormir seguido esa noche. 

Durante dos días estuve bastante mal, dando vueltas y vueltas al tema hasta que empecé a ver las cosas en frío y vi que total pase lo que pase ese factor si que será algo que nunca podré controlar (a pesar de que me encantaría eh? pero va a ser que no!). No me consuela mucho el dicho de: "Novia mojada, novia afortunada", pero bueno, si llueve pues lloverá. Tenemos plan B, que no es tan increíble como el A pero lo tenemos, que es importante. Y además, pienso que por mucho que me diera por cambiar el día, (como sugirió mi madre), con lo loco que está el tiempo últimamente también tendría muchas papeletas de que lloviera. Así que nos la jugaremos, aunque la señora esa me quiera "fastidiar" la existencia, el 29 de agosto nos casaremos llueva o no. Pero bueno, un par de huevos a Santa Clara llevaré, por si las moscas,jajajajaja. (Gente que me queréis, si le lleváis unos cuantos vosotros tampoco estaría mal). Pero pase lo que pase no voy a dejar que nada ni nadie me amargue ese día, pienso reír hasta que me duela la boca y disfrutar como nunca. 

¡Feliz martes a todos!